En Linux con tanta distro de barrio, pueblo y colegio el efecto es precisamente el contrario: ni dios las usa, ni dios, y con razón, a ver para qué voy a aprender a usar la distro de mi calle que muestra la foto de mi portal si luego no voy a saber usar la distro del barrio de al lado porque tiene todo distinto. Y esto a pesar de que a muchos se les llene la boca de orgullo con esta "supuesta libertad de elección" a la que yo considero como el peor mal que le puede ocurrir a Linux y al software libre.
Fijate que curioso, yo pienso que es una de las mejores cosas que tiene el software libre; la diversidad es la base de la evolución (por lo menos en biología :) , soy biologo); mientras más diversidad tengas más opciones de explotar diferentes ambientes tienes. Tus argumentos en pro de la integración en distibuciones para usuarios noveles que están en el proceso de migración me parecen muy válidas. Pero decir que la libertad de elección es "supuesta" cuando es real y que es el peor de los males; cuando para mí es una de sus mayores fortalezas, ya que si una herramienta no te sirve/funciona/agrada puedes emplear/desarrollar/mejor otra; es por lo menos desafortunado. EMHO decir que la diversidad es un mal es muy, muy riesgoso. Un cordial saludo. Marcos Delgado.