Mi voto es por Keiko
Autor: Jaime Bayly
El próximo domingo iré a votar al centro de convenciones de Miami
Beach.
Mi voto lo tengo decidido hace ya bastante tiempo. Votaré con
entusiasmo por la señora Keiko Fujimori.
Quienes me conocen saben que
hace varios años vengo diciendo que la señora Fujimori será la próxima
presidenta del Perú. Es lo que sinceramente deseo por el bien de los
peruanos.
Lo que no estaba en mis cálculos, y no deja de sorprenderme, es
que, según las encuestas más confiables, el señor Ollanta Humala pasará a la
segunda vuelta con una cómoda ventaja de varios puntos porcentuales sobre los
demás candidatos. Felicitaciones al señor Humala. No he estado últimamente en el
Perú ni he seguido de cerca su campaña, pero el señor Humala debe de haber hecho
las cosas bastante bien para estar cómodamente instalado en el primer lugar de
las preferencias de los peruanos.
Parece, pues, un hecho más o menos
seguro que el señor Humala estará en la segunda vuelta. Si ello ocurre, debemos
respetar la voluntad de quienes votarán por él. No parece conveniente insultar
al señor Humala ni a sus votantes. El señor Humala ha sido inteligente y tenaz
en presentarse como el cambio más radical o la oposición más firme a un gobierno
que es repudiado por dos de cada tres peruanos. Tal vez por eso, y porque en los
últimos cinco años ha hecho una campaña discreta y eficaz en todo el Perú, el
señor Humala está cosechando ahora lo que ha sembrado con diligencia.
Con
todo respeto al señor Humala, yo no votaré por él este domingo ni en la segunda
vuelta. Creo que el señor Humala es una buena persona con malas ideas. Creo que
un gobierno del señor Humala pondría en riesgo la democracia peruana (pues, como
es bien sabido, el señor Humala admira a dictadores como Hugo Chávez y Fidel
Castro) y frenaría al crecimiento económico sostenido de los últimos veinte
años, que ha logrado rebajar la extrema pobreza en el Perú. El señor Humala dice
ahora que su modelo o arquetipo o inspiración es Lula da Silva y no Hugo Chávez.
Me reservo el derecho de no creerle del todo. Una vez en el poder, creo que el
señor Humala será un fiel amigo y dócil aliado del dictador venezolano. Yo
entrevisté al señor Hugo Chávez cuando era candidato a la presidencia venezolana
en 1998. El señor Chávez me dijo en tono conciliador y moderado que discrepaba
radicalmente del modelo cubano de Fidel Castro. Una vez que ganó las elecciones
y se consolidó en el poder, Chávez, deshonrando sus promesas embusteras, ha
hecho todo lo posible por glorificar a un tirano despreciable como Fidel Castro
y para que Venezuela se parezca cada día más a Cuba.
Yo no quiero que el
Perú se parezca a la Venezuela crispada y estatista de Chávez ni a la Cuba
hundida en la miseria de los hermanos Castro. Yo quiero que el Perú sea un país
libre y con una economía en crecimiento que alivie a los más pobres. Quiero sin
duda ninguna que el Perú siga el camino de Chile, no el de Venezuela. Por eso no
votaré este domingo por el señor Humala y en la segunda vuelta votaré por quien
enfrente al señor Humala.
Espero que quien enfrente al señor Humala en la
segunda vuelta sea la señora Fujimori. Tengo por ella un gran respeto y una gran
admiración. A pesar de su juventud, es una mujer que ha demostrado su tranquila
inteligencia, su serenidad y firmeza en los momentos adversos (que no han sido
pocos) y su tolerancia a las críticas más despiadadas sin perder el talante y la
sonrisa. Creo que la señora Fujimori, además de ser una buena esposa y una
excelente madre de familia y una hija ejemplar, sería una magnífica presidenta
del Perú. Creo todo esto porque la señora Fujimori ha demostrado que es humilde
cuando le corresponde serlo y que sabe delegar responsabilidades en personas
serias y competentes como quienes ahora la rodean. Creo que, a diferencia del
señor Humala, la señora Fujimori, precisamente para no parecerse al gobierno
autoritario y corrupto de su padre, hará su mejor esfuerzo para presidir un
gobierno respetuoso de las formas democráticas y exento de pillos y bribones
como los que se apandillaron con su padre en la década de los noventa. Así como
el señor Alan García tuvo una segunda oportunidad para demostrar que había
aprendido de los errores de su primer gobierno (oportunidad que, a pesar de sus
malos números en las encuestas, creo que no dilapidó), la señora Fujimori, de
ser elegida presidenta, tendrá el desafío histórico de demostrar que la fuerza
política que fundó su padre y que ella ahora representa con bríos ha aprendido
de sus errores y no caerá en las trampas del autoritarismo y las pillerías que
viciaron el gobierno de su padre. Estoy seguro de que la señora Keiko Fujimori
se rodeará de personas de probada honradez (la presencia de Rafael Rey es una
clara señal al respecto) y que su gobierno será uno de reconciliación nacional,
de respeto a las libertades públicas y de crecimiento económico a favor de los
más pobres.
El Perú debe elegir este domingo si quiere parecerse a la
Venezuela de Chávez o al Chile próspero y con creciente justicia social de
Bachelet y Piñera. Si queremos seguir el camino prepotente y antiliberal de
Chávez, voten por el señor Humala. Si queremos seguir el admirable crecimiento
económico de Chile, que en las últimas tres décadas ha logrado rebajar la
pobreza de 44 a 14 por ciento, votemos por la señora Keiko Fujimori.
Por
supuesto, respeto y aprecio a quienes piensan votar por los señores Toledo,
Kuczynski y Castañeda. Pero, con todo el respeto que me inspiran quienes así
piensan votar el domingo, creo que, estando los tres rezagados respecto de la
señora Fujimori, votar por ellos es, en cierto modo, hacerle un favor al señor
Humala. Es evidente que los señores Toledo, Kuczynski y Castañeda representan
básicamente el mismo modelo de libertad política y crecimiento económico. Entre
los tres suman casi la mitad de las preferencias electorales. Hubiera sido
deseable, pensando en el Perú y no en sus pequeñas ambiciones, que unieran
fuerzas alrededor de uno de los tres. De haber sido capaces de un gesto
semejante de madurez y desprendimiento, con seguridad ese candidato pasaría a la
segunda vuelta. Pero los tres se han disputado ferozmente, y a menudo cayendo en
penosas vulgaridades y tristes deslealtades, la misma porción de las
preferencias electorales. Por eso, en la última encuesta de Apoyo, ninguno de
los tres está en el segundo lugar. Quien está en segundo lugar es la señora
Keiko Fujimori. Solo por eso, y porque estoy convencido de que en una segunda
vuelta la señora Fujimori prevalecerá sobre el señor Humala (quien, en mi
opinión, derrotaría fácilmente al señor Kuczynski en una segunda ronda, y tal
vez derrotaría también al señor Toledo, que tiene el mal sabor del plato
repetido), invito a quienes piensan votar el próximo domingo por los señores
Toledo, Kuczynski y Castañeda a que, pensando en el bienestar del Perú, voten en
cambio por la señora Keiko Fujimori.
Después de leer las últimas
encuestas, y convencido como estoy de que en la segunda vuelta el señor Humala
solo perderá si tiene como rival a la señora Fujimori, votaré este domingo por
Keiko Fujimori, una mujer que no se ha metido en esta pelea electoral por
ambiciones personales sino por amor a su padre, porque el destino le planteó un
desafío mítico que ella tuvo el coraje de aceptar y no esquivar, porque su
candidatura se funda no en desbordes ególatras o en apetitos de poder sino en la
sabia resignación de quien acepta cumplir la ardua misión que el destino le ha
encomendado, aun a expensas de complicarse la vida personal y familiar. Tengo
tres hijas. Cuánto quisiera que mis hijas, si llego a los setenta y dos años, me
quieran como Keiko Fujimori quiere a su padre ahora en prisión. Por eso, respeto
y admiro a la señora Fujimori y votaré por ella este domingo.
Sin
embargo, si la segunda vuelta, contrariamente a mis deseos y vaticinios, fuese
entre el señor Humala y el señor Toledo, votaré en esa segunda vuelta, sin duda
alguna, por el señor Toledo o por el candidato que enfrente al señor Humala, sea
la señora Fujimori, el señor Toledo o, lo que parece más improbable, el señor
Kuczynski o el señor Castañeda.
Invito cordialmente a mis compatriotas a
votar este domingo por la señora Keiko Fujimori y, en la segunda vuelta, a votar
por la candidata o el candidato que se enfrente al señor Humala. Creo que de
este modo lograremos conjurar la sombría amenaza de que el Perú siga el camino
de la Venezuela de Chávez, que es el camino seguro a la pobreza económica, el
envilecimiento de la democracia y el recorte de las libertades personales.
para tu retiro, responder a::votokeiko@ymail.com::
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